El cura Brochero fue proclamado beato en 2013.
102 años después de su muerte subirá a los altares en una ceremonia que podría ser en Roma en el mes de octubre y que quizá presida el Papa Francisco.
Evangelizó una zona deprimida de Argentina a lomos de una mula con la que llegaba hasta el último rancho para compartir un mate y hablar a las personas de Dios.
El Papa Francisco firmó el decreto que reconoce su intercesión en la curación de una niña que volvió a caminar tras un infarto cerebral.