El tráfico de personas está creciendo hasta el punto de que mueve tanto dinero como el tráfico de drogas y armas.
El Vaticano, por deseo del Papa Francisco, se está uniendo con numerosas iniciativas a la lucha global contra estos crímenes. La última fue hace apenas una semana cuando más de 65 alcaldes del mundo se comprometieron a luchar en sus ciudades contra la esclavitud moderna. Suscribieron un acuerdo que también firmó el Papa Francisco.