En 1944, Roma, poco antes de que terminase la guerra, el general de las SS Otto Wolff se entrevista con Pío XII en secreto para revelarle las intenciones de Hitler: secuestrarlo...
Algunos consideran que Pio XII fue poco claro en la condena del nazismo. Por el contrario, el sumo pontífice actuó con prudencia y consiguió salvar miles de vidas sin hacer ruido en un momento histórico muy difícil que tuvo que afrontar.