El Papa presidió el rezo de vísperas en la basílica de San Pablo Extramuros por la solemnidad de la conversión de San Pablo y por el final de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.
Le acompañaron representantes de otras Iglesias y comunidades cristianas. Con ellos, se detuvo primero a rezar ante la tumba de San Pablo.
El Papa explicó que las diferencias entre los cristianos pueden superarse dejando de lado cualquier actitud polémica. Es necesario comprender lo que une bajo la guía del Espíritu Santo, añadió Francisco.