Como cada 6 de mayo el Vaticano se viste de gala para recibir a los nuevos reclutas de la Guardia Suiza. Este año son 23.
Cada uno de ellos desfila hasta el centro del Cortile de San Dámaso, sujeta la bandera y alzando los tres dedos que simbolizan la Santísima Trinidad pronuncian su solemne juramento.