A la pérdida irrecuperable de vidas en Siria e Irak se une la destrucción de un patrimonio milenario único. En la llamada "cuna de la civilización”, la guerra y la presencia del Estado Islámico están arrasando la memoria de la humanidad.
Se estima que unos 300 enclaves arqueológicos han resultado dañados desde que estalló la guerra en Siria, la antigua Mesopotamia, de donde provienen las primeras manifestaciones de ciencia, tecnología, comercio, arte y sociedad civil de la humanidad.