En el último domingo antes de la Navidad, el Papa recomendó redescubrir el Evangelio y aconsejó a los cristianos que tomen a la Virgen María como su maestra.
El Papa dijo que quiere permanecer, al menos con el corazón, cerca de los que más sufren. Mencionó su satisfacción por los progresos por la paz que se han alcanzado en Siria y Libia. También pidió oraciones por las recientes tensiones entre Nicaragua y Costa Rica.
Después de hablar sobre el sufrimiento de millones de personas por las inundaciones en India el Papa concluyó el Ángelus recitando el Ave María por las víctimas mortales, sus familiares y los afectados.