Aunque falleció hace más de 125 años, el cardenal John Henry Newman sigue siendo muy apreciado, y por eso no extraña que avance su proceso de canonización.
La archidiócesis de Chicago ha enviado al Vaticano la documentación de un posible milagro atribuido a su intercesión. Se trata de la curación repentina de una mujer que corrió peligro de muerte durante su embarazo.