En la solemnidad de la Santísima Trinidad, en el Vaticano se celebraba también el jubileo del deporte. El Papa hablo de los valores del deporte, siempre que se libere de la lógica del rendimiento y el utilitarismo, y recupere su dimensión gratuita, relacional y formativa. Para ello, articuló su homilía en torno a tres grandes contribuciones que el deporte puede ofrecer a la sociedad contemporánea.