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- 6. Primera meditación: Creación del hombre (Ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola).

Comenzamos ya a meditar el Principio y Fundamento (de los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola).
Lo divido en tres videos: creación del hombre, fin de las criaturas, como aplicarlo a la vida. Dice el texto: "el hombre es credo para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y mediante esto salvar su alma"
Es creado por Dios, no dice: fue creado. Si vivo es porque todavía tengo el soplo de Dios. Sin El nada puedo. Ignacio quiere que tengamos claridad de conceptos. Dios es el Absoluto: sin El nada existe, Él es el principio y origen de todo. Él vive por sí mismo, es eterno. Tiene todo el poder. Nosotros somos creaturas, somos relativos. Dependemos de Él, lo necesitamos. De El venimos y hacia El vamos. Debemos orientarnos a Él. Por eso debemos alabarlo, Él se lo merece; al alabarlo reconocemos que está por encima de nosotros. A solo El tenemos que alabar, a nadie más. Sólo Él es Dios. El merece todo honor y gloria. Tenemos que hacerle reverencia, postrarnos ante El con humildad, darle gracias, poner nuestra vida en sus manos, confiar en El pues lo puede todo, invocarlo como Padre .Eso fue lo que Jesús nos enseñó. Tenemos que servirlo; nuestra vida se nos dio para eso. Ahí está nuestra Gloria. Servirlo porque de Él nos viene todo, servirlo porque es nuestro Padre, servirlo con amor no con temor. Servirlo porque ahí está nuestra felicidad. Alabar, hacer reverencia y server son de decir AMAR. Es el primer mandamiento. Se nos ha enseñado que los diez mandamientos se pueden resumir en amar a Dios y al prójimo. Pero se nos olvida algo que es lo más importante: que antes de que yo pueda amar tengo que tener la experiencia de ser amado. Dios me creó por amor. Antes de que yo pueda pensar en amarlo, él me amó primero.
En eso se resume todo el Evangelio: que Dios es un Padre amoroso y que debemos amarlo y amar a los demás como Él nos ama. Ignacio no dice nada de amar al prójimo, pero está incluido. Yo sirvo a Dios cuando sirvo al hermano-a. Dios no necesita que yo lo sirva, mi hermano, sí. San Juan dice: "El que dice que ama a Dios y no ama a su hermano, es un mentiroso, pues ¿cómo puedes amar a Dios a quien no ves y no amar al hermano a quien ves? Esta primera parte del P y F es sobre el amor. Déjate arropar por ese amor de Dios, mira a ver qué te quiere decir. Ponte en sus manos, confía en El. La primera parte del P y F termina diciendo: "y mediante esto salvar su alma". Es lo mismo que decir: y mediante esto "alabar, hacer reverencia y server a Dios, serás feliz". No se refiere a la vida eternal que tendrán los Buenos. Ya puedo ser feliz en la tierra si vivo eso.
El primer video fue sobre la felicidad que buscamos de muchas maneras sin encontrarla.
San Ignacio, partiendo de su experiencia nos da la fórmula para encontrarla. Centra tu vida en Dios y todo cambiará. Ya te dije que si quieres participar de esta experiencia debes dedicar un rato de oración cada día, al menos media hora. Para esta meditación te recomiendo el Salmo 139(138): "Señor tú me sondeas y me conoces, sabes cuándo me siento y cuándo me levanto, de lejos percibes mis pensamientos. Todo lo conoces." Ve leyéndolo despacio, dejándote arropar por el amor de Dios. Los Santos son los modelos donde se ve todo esto cumplido. Ellos fueron las personas más felices del mundo.

Padre Fabián

 

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