Comenzamos a hablar de la primera meditación o consideración de los Ejercicios Espirituales. Se llama Principio y Fundamento y dice así: "El hombre--el ser humano--es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor, y mediante esto salvar su alma; y las otras cosas sobre la faz de la tierra son creadas y para el hombre y para que le ayuden a conseguir el fin para el que es creado. De donde se sigue que el hombre tanto ha de usar de ellas cuanto le ayuden para su fin, y tanto debe privarse de ellas cuanto para ello le impidan. Por lo cual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas creadas, en todo lo que cae bajo la libre determinación de nuestra libertad y no le está prohibido; en tal manera que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y así en todo lo demás, solamente deseando y eligiendo lo que más conduce al fin para el que hemos sido creados". El Principio y Fundamento es como un pórtico a los Ejercicios. Un pórtico es una obra extraordinaria de arte, de música, de literatura de escultura. Es bien conocido y admirado el
Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela en España. Es una obra maestra del arte románico del siglo XII. Tiene 200 figuras, en el centro Santiago Apóstol, en el tímpano
Cristo Resucitado rodeado de ángeles, 40 justos celestiales, 24 ancianos del Antiguo Testamento y figuras del Nuevo y del Antiguo Testamento. El P y F es la base de la experiencia que Ignacio quiere que tengamos al hacer los Ejercicios. Es como un resumen, en lenguaje filosófico, de la fe cristiana. Principio es lo mismo que comienzo, arranque, punto de partida, origen. Fundamento es: cimiento, base, conjunto de principios, raíz, sostén. Más a tono con nuestro lenguaje lo pudiéramos traducir como
Principio Fundamental. Lo básico del P y F quiere Ignacio que lo repitamos al comienzo de cada meditación: "que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean siempre ordenadas
al servicio y alabanza de Dios nuestro Señor". En estas líneas del P y F está resumida una experiencia mística que tuvo San Ignacio junto al Río Cardoner en Manresa. "Veía cómo toda la creación descendía de Dios y a El volvía".
San Ignacio divide los Ejercicios en cuatro semanas o temas que son: el pecado, la vida de Cristo, la pasión y muerte y la resurrección. Se dividen los días según la amplitud de la materia. Parece que se inspiró para este P y F en el octavo capítulo del "Enchiridion Militis Christiani" de Erasmo de Róterdam, un famoso humanista del siglo XVI. Otros piensan que se inspiró en el segundo libro de las Sentenciarum de Pedro Lombardo, un teólogo del siglo XVI.
Dice él así en latín: "Et si quaeritur ad quid creata est rationalis creatura, respondetur: ad laudandum Deum, ad serviendum ei, ad fruendum eo". Traducido dice: "Y si se pregunta para qué fin se creó la creatura racional, se responde: para alabar a Dios, para servirlo y para gozar de El" Cristo mismo de alguna manera habló del P y F cuando narró la parábola de la casa construida sobre arena y sobre roca. ¿Qué pasó cuando vino el viento, la lluvia, el terremoto?
La construida sobre arena se cayó, la construida sobre roca permaneció firme. En el próximo artículo ya comenzaremos a meditar sobre el P y F.