Entramos ya en la Tercera Semana de Ejercicios. S. Ignacio la comienza con la institución de la Eucaristía. Jesús va a celebrar la Cena Pascual como todos los judíos. Manda a sus discípulos a prepararlo todo. Y se sienta con ellos a la mesa. Hace unos gestos que son nuevos y extraños para todos, menos para Jesús. Toma y el pan y dice: esto es mi cuerpo que se entrega por Uds. Toma el vino y dice: esta es mi sangre que se derrama por Uds. San Juan es el único evangelista que no narra este hecho, pero en su lugar pone el lavatorio de los pies. Es para indicar cuál es el verdadero sentido que debe tener para los cristianos la celebración de la Eucaristía. Nos debe llevar a lavar los pies a todos, es decir: a servir. Hagan lo que yo he hecho, dice Cristo. Esa misma noche les da el nuevo mandamiento: ámense unos a otros como yo les he amado.