En los últimos videos hemos hablado del pecado, siguiendo la primera semana de los Ejercicios. Esa palabra "pecado" parece bien negativa, sobre todo en los tiempos que vivimos. Pero les tengo que recordar que, para San Ignacio, meditar el pecado no es para quedarse en lo negativo; es para sentir, experimentar y gustar la misericordia de Dios. Si sentimos eso les prometo que van a ser felices.
Por eso en esta cuarta meditación de la Primera Semana les voy a hablar de la misericordia de Dios. Quiero que mediten profundamente los textos que les voy a indicar. Vamos a ver cómo se presenta esta misericordia en la Biblia, tanto en el A.T. como en el N.T. La definición que se da de Dios en el A.T. es doble: Dios es compasivo y fiel. Compasivo: siempre perdona, fiel, siempre cumple sus promesas. Para hablar de la misericordia de Dios se escribió el libro de Jonás. Es como una corta novela. Les recomiendo leerla, lo pueden hacer en quince minutos. Jonás fue un profeta a quien Dios envía a predicar la con-versión a la ciudad de Nínive. Era la ciudad más pecadora que había, según se pensaba. Jonás lo sabía y por eso huye, no haciendo caso al mandato de Dios. Sube a una embarcación para escapar; surge una fuerte tormenta. Echan suerte para ver por culpa de quien viene esta tormenta y sale culpable Jonás. Lo echan al mar y es tragado por una ballena. Estuve tres días en el vientre de la ballena. De nuevo Dios lo envía a Nínive, ahora obedece. Oyen el mensaje de Jonás y todos se arrepienten, incluso el rey. Dios perdona los pecados de lo ninivitas. Pero interesante, Jonás se enoja con Dios por este perdón que da a esa ciudad tan pecadora. El pueblo judío se rebela contra Dios, hace un becerro de oro y lo adora como si fuera su Dios. También los perdona.

En el N.T. hay dos momentos importantes donde se habla de la misericordia de Jesús. Uno es en el capítulo 15 de San Lucas, las famosas parábolas de la misericordia: la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo pródigo. Comienza así: "Todos los recaudadores de impuestos y los pecadores se acercaban a escuchar. Los fariseos y los doctores murmuraban: este recibe a pecadores y come con ellos. Él les contestó con las siguientes parábolas. Porque no necesitan medico los sanos sino los enfermo, porque yo vine a buscar lo que estaba perdido. Un doctor de la ley le preguntó qué tenía que hacer para heredar la vida eterna. Jesús le contestó: amar al prójimo. El pregunta: ¿y quién es mi prójimo? Entonces Jesús cuenta la parábola del Buen Samaritano. Se trata de un hombre que fue asaltado, y dejado medio muerto. Pasó un sacerdote y no hizo nada, lo mismo un levita. Pasó un samaritano, enemigo del hombre herido, y fue éste el único que lo ayudó. Jesús le pregunta al doctor: ¿quién de los tres te parece que se portó como prójimo? Respondió: el que lo trató con misericordia. "Vete y haz tú lo mismo", le dijo Jesús.

Para la oración le pueden ayudar estos textos de misericordia.
Salmo 145(144), Hebreos 11, 16, Lucas 4, 18-19, Isaías 54,5-7. Juan 3, 16-17, Efesios 2, 4-5, Marcos 5, 19, Salmo 24, 4,

Recuerden que el Papa Juan Pablo II escribio una hermosa encíclica sobre la misericordia de Dios. Se llama "Dives in Misericordia" .Les recomiendo leerla. Aparece en internet. Será hasta el próximo video. Que el Señor les bendiga.
Nota. La Iglesia siempre ha defendido la existencia del Infierno, nunca ha dicho que haya alguien en el infierno. Yo creo en el infierno y pienso que son pocos los que estén allí. Cómo va a ser Dios tan cruel con tantas personas de Buena voluntad