Vittorio Messori se convirtió justo en el año 1965, es decir, que se encontró entrando en la Iglesia cuando tantos sacerdotes y religiosos salían de ella. Hasta ese momento, el agnóstico hijo de los «mata curas» italianos, solo aspiraba a dos cosas: a ser periodista y a ser un libertino. Tras su encuentro con Cristo, se convirtió en uno de los escritores católicos más conocidos y leídos en todo el mundo.