A Lauren le apartó de Dios una malsana relación con su novio, que consiguió cegarla completamente. Confiando en su madre, se apartó de él y recuperó su amistad con Dios. En un momento de oración, el Señor le hace comprender que no debe besar a ningún otro chico hasta su matrimonio. Poco después conoce a Nick, un buen chico. ¿Mantendrá su promesa? Descúbrelo...