El malestar que se puede experimentar en el mundo va requirendo una medida cada vez más grande. Por eso la iniciativa de la comunidad franciscana en el tercer domingo de adviento, el 13 de diciembre de 2015, cientos de cantantes y guitarristas formaron parte de un flashmob para llamar la atención sobre los cristianos perseguidos, a los que están bajo opresión por su religión y a los que sufren por las guerras.