Conviene invitar a los fieles a que vean en este árbol, lleno de luz, a Cristo Luz del mundo, que con su nacimiento nos conduce a Dios que habita en una luz inaccesible (Bendicional, n. 1273).
Oración de bendición (Texto para copiar e imprimir)
[Uno de los miembros de la familia hace la lectura].
Lectura del Profeta Isaías: «Vendrá a ti, Jerusalén, el orgullo del Líbano, con el ciprés y el abeto y el pino, para adornar el lugar de mi santuario y ennoblecer mi estado» (Is 60,13).
[Uno de los miembros de la familia recita la oración mientras los demás acompañan].
Oremos.
Bendito seas, Señor y Padre nuestro,
que nos concedes recordar con fe en estos días
los misterios del nacimiento de Jesús.
Concédenos, a quienes hemos adornado este árbol
y lo hemos embellecido con luces,
vivir también a la luz de los ejemplos de la vida de tu Hijo
y ser enriquecidos con las virtudes que resplandecen en su niñez.
Gloria a él por los siglo de los siglos.
Amén.
Durante muchos días contemplaremos en nuestro hogar el Pesebre y meditaremos en el gran amor del Hijo de Dios, que ha querido habitar con nosotros (Bendicional, n. 1247).
Dios y Padre nuestro,
que tanto amaste al mundo que nos has entregado a tu Hijo Jesús
nacido de la Virgen María, para conducirnos de nuevo a ti,
te pedimos que con tu bendición estas imágenes del nacimiento
nos ayuden a celebrar la Navidad con alegría y a ver a Cristo presente en todos los que necesitan nuestro amor.
Te lo pedimos en nombre de Jesús, tu Hijo amado,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.