El P. Gabriele Firás —sacerdote rogacionista iraquí— fue el primer presbítero de rito siro-antioqueno ordenado por el Papa Francisco, y el primero que avisó a la Santa Sede sobre la feroz persecución que se aproximaba a manos del ISIS, en el Irak del 2014.
Cristiano perseguido desde su infancia, en varias ocasiones al borde de la muerte, reflexiona sobre la experiencia del pueblo iraquí a lo largo de estos años, y sobre la semilla que puede brotar en la fe dormida de Occidente.