Rebeca Bitrus, madre de familia cristiana de Maiduguri, al noreste de Nigeria, es un ejemplo de fortaleza y fe frente a los ataques del grupo yihadista Boko Haram. "Cuando gritaban Allahu akbar, yo rezaba en mi interior: Jesús sálvame", ha afirmado la mujer, que estuvo secuestrada durante dos años por los terroristas. Perdió a un hijo a manos de los terroristas y quedó embarazada después de sufrir numerosas violaciones: "He perdonado a los terroristas".
Rebeca ha participado en la presentación de la campaña "Libres ante el terror" de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), para apoyar a las víctimas de Boko Haram en el norte de Nigeria. Junto a Rebeca, el padre Innocent Zambua, sacerdote de la diócesis de Maiduguri, ha señalado: "En nuestra diócesis hemos registrado unas 100.000 personas desplazadas, 300 iglesias quemadas, y 25 escuelas, 3 centros de salud y 3 conventos destruidos".