Don David Calahorra nos habla del misterio de la comunión de corazones que hay entre el sacerdote y la Eucaristía: "Sacerdote y Eucaristía son una sola cosa". Parece que el sacerdote es quien eleva a Cristo, sin embargo, es Cristo quien tiene cogido al sacerdote y este, si se ha unido a Cristo desea partirse con Él para darse a los demás.