TEMAS
28 de septiembre: San Wenceslao de Bohemia

San Wenceslao de Bohemia por el Rvdo. Custodio Ballester, pbro.
San Wenceslao o Venceslao, mártir, duque de Bohemia, que, educado por su abuela [santa Ludmila] en sabiduría divina y humana, fue severo consigo, pacífico en la administración del reino y misericordioso para con los pobres. Redimía y bautizaba a esclavos paganos que estaban en Praga para ser vendidos. Después de sufrir muchas dificultades en gobernar a sus súbditos y formarles en la fe, fue traicionado por su hermano Boleslao y asesinado en la iglesia de Stara Boleslav, en Bohemia (929/935).

El 28 de septiembre también celebramos:
San Simón de Rojas, 28 de septiembre
Fue un religioso trinitario. Excelso apóstol del rosario, conocido como el padre Avemaría, fundador de la Congregación de Esclavos del Dulce Nombre de María. Una figura notable en el Madrid de los Austrias.
Nació en Valladolid, España, el 28 de octubre de 1552. Siendo un adolescente, y obviando la oposición familiar, solicitó el ingreso en la Orden trinitaria. Cumplió este sueño en 1566. Más adelante, tras cuatro años de noviciado, profesó en 1572.
Fue tartamudo hasta esta época de su vida, ya que antes de llegar a Salamanca para continuar su formación se detuvo en Paradinas de San Juan y en el desaparecido santuario-convento se veneraba a la Virgen de las Virtudes; le dedicó una novena y se curó de manera instantánea. Fue el lugar que eligió para oficiar su primera misa.
La inocencia evangélica del santo, figura señera en la corte de los Austrias, conmovió al monarca español Felipe III –quien lo escogió como consejero y preceptor de sus hijos–, y a su esposa Margarita de Austria. Que su devoción a la Virgen fue proverbial lo prueban las numerosas obras que emprendió en su honor. Entre otras cosas, logró que el «Ave María» fuese esculpida en el frontispicio del Palacio Real de Madrid. Por esta jaculatoria que continuamente brotaba de sus labios fue denominado «Padre Avemaría». Este saludo lo plasmó en la multitud de estampas que repartió dentro y fuera de España. Fiel observante del santo rosario, tuvo a la Virgen como modelo para su vida, y transmitió por doquier su anhelo de ser esclavo suyo considerando que todos los que se abrazasen a Ella podrían unirse más estrechamente con la Santísima Trinidad.
En 1612 fundó la Congregación de Esclavos del Dulcísimo Nombre de María que aglutinaba personas de todas condiciones, incluidos los miembros de la realeza y nobleza; éstos, que fueron los primeros afiliados, en nombre de la Virgen asistían a los pobres. «Si a Dios, que pide en el pobre, no le das, no recibirás», decía. En este afán de transmitir su devoción por la Madre de Dios, escribió un oficio para la festividad del Santo Nombre de María destinado a su Orden, que fue aprobado por la Santa Sede. Inocencio XI lo hizo extensivo después a toda la Iglesia. A Simón se debe también el rosario de 72 cuentas blancas y cordón azul en honor de la Inmaculada Concepción que realizaba con sus propias manos y repartía a diestro y siniestro. Con el número de cuentas significaba los años que pudo vivir la Virgen.
Además de su incansable tarea de difundir el amor a María y a la confesión, se ocupó de los cautivos a los que enviaba las cantidades que recaudaba para ellos. Se sentía profundamente conmovido por la muerte a manos de violentos berberiscos de tres hermanos religiosos que habían emprendido viaje para la redención de estos prisioneros. Los enfermos, los pobres, los presos de la cárcel de Madrid, los condenados, los niños abandonados para los que fundó una casa de acogida y, en general, los marginados por cualquier causa, estaban en su orden de preferencia; ejercitaba con todos su acción caritativa y misericordiosa. Fue un gran confesor y maestro de la oración. A ella le dedicaba expresamente varias horas diarias, aunque vivía en una constante presencia de Dios. Por eso se ha dicho que «todo cuanto predicaba, todo lo alcanzaba en la oración». Ensambló maravillosamente contemplación y acción apostólica.


El 28 de septiembre, también se celebra:

Santo Lorenzo de Manila Ruiz y quince compañeros mártires, tanto presbíteros como religiosos y seglares, sembradores de la fe cristiana en Filipinas, Formosa y otras islas japonesas, a causa de lo cual, por decreto del supremo jefe del Japón, Tokugawa Yemitsu, en dis tintos días consumaron en Nagasaki su martirio por amor a Cristo, pero celebrados en única conmemoración (1633-1637). Sus nombres son: santos Domingo Ibáñez de Erquicia, Jacobo Kyuhei Gorobioye Tomonaga, Antonio González, Miguel de Aozaraza, Guillermo Courtet, Vicente Shiwozuka, Lucas Alfonso Gorda, Jordán (Jacinto) Ansalone y Tomás Hioji Rokuzayemon Nishi, presbíteros de la Orden dominicana; Francisco Shoyemon, Miguel Kurobioye y Mateo Kohioye, religiosos de la misma Orden; Magdalena de Nagasaki, virgen de la Tercera Orden de San Agustín; Marina de Omura, virgen de la Tercera Orden dominicana; Lázaro de Kyoto, seglar.

También:
San Anemundo de Lyon
San Caritón de Laura
Santa Eustoquio de Belén
San Exuperio de Toulouse
San Fausto de Riez
Santa Leoba de Maguncia
San Salonio de Ginebra
San Zama de Bolonia
Beata Amalia Abad Casasempere
Beato Bernardino de Feltre Tomitano
Beato Francisco Javier Ponsa Casallarch
Beato José Tarrats Comaposada
Beato Nicetas Budka

 

Suscripción al boletín informativo

Si desea recibir información sobre las últimas novedades de la programación de Nazaret TV, envíe los siguientes datos:

Hemos recibido su petición de suscripción correctamente. En breve recibirá un correo electrónico para confirmarla.

Error

Suscripción al boletín informativo

Gracias, su suscripción ha sido confirmada. Pronto empezará a recibir nuestros boletines.