Teresa Carrasco. Creció en una familia católica con una buena formación. Se salió un poco de los raíles antes de volver otra vez a las vías de Dios.
Sus padres la educaron en la fe, pero a causa de algunas malas experiencias en su parroquia, se quedó con la idea de que los cristianos eran hipócritas. Siguió yendo a Misa los domingos con su familia y rezando el rosario, pero todo lo hacía por rutina y porque sus padres no le dejaban otra escapatoria. Pensaba que Dios era el culpable de todos sus problemas y le ponía límites a su libertad. Este vacío le llevó a hacer muchas cosas e incluso a pensar muy seriamente en el suicidio. Teresa nos cuenta cómo a través de un campamento se dio cuenta de que estaba podrida por dentro y cambió. Ahora su vida está llena porque tiene a Dios.
Después de su conversión, fue seleccionada para interpretar a Mari Cruz, una de las videntes de San Sebastián de Garabandal, en la película "Garabandal, sólo Dios lo sabe".
Fuente: HM Televisión